Nuestra tierra siempre ha convivido con el término “sequía”. Y es que la extensión de nuestra región, la situación de las cuencas hidrográficas, la escasez habitual de lluvia que puede prolongarse durante meses… nos obligan a tomar medidas y concienciarnos en el uso eficiente del agua en Andalucía.
El uso eficiente del agua implica la reducción de la cantidad de agua que se usa para cualquier actividad, también se relaciona con el mantenimiento y calidad del agua. Dentro de los recursos ambientales podemos incluir el agua como una parte fundamental de ellos.
La conservación del agua es, además, uno de los conceptos más importantes ya que cualquier reducción de pérdida de agua resultará en beneficio para todos.
Toda medida de conservación del agua debe tener un sentido económico y social.
La gestión del agua en Andalucía
Índice del artículo
Desde las instituciones nos instan a dar un uso eficiente al agua en todos los escenarios posibles, desde el uso del agua en el campo agrícola hasta su tratamiento en el entorno industrial y urbano.
En cuanto a la creación de políticas de gestión de sequías en Andalucía, antes de la entrada en el segundo milenio, siempre se habían enfocado a superar la escasez del recurso en sí sin tener tan en cuenta los fenómenos meteorológicos de los que hoy somos más conscientes debido al escenario global de cambio climático en el que nos encontramos.
También hemos de tener en cuenta la denominada paradoja de la cuestión hídrica en Andalucía; y es que según un informe sobre el agua en Andalucía realizado por la Agencia Andaluza del agua y el Centro de Estudios Andaluces- “mientras que una amplia mayoría de la población (70%) cree que la situación de Andalucía es mala o muy mala (y peor que otras regiones españolas), el 60% responde que en el lugar donde reside no hay problema de agua y que no ha sufrido restricciones en los años de sequía (Moyano, 2005)”.
Es por ello que debemos tomar conciencia a nivel de comunidad de la cada vez mayor escasez de este recurso en toda la geografía andaluza.
El desarrollo sostenible implica que haya suficientes recursos para las futuras generaciones y de allí que el empleo eficiente del agua sea una de las maneras de poder alcanzar dicho desarrollo. No podemos olvidar que el agua es un recurso finito, esencial para la vida en todas sus formas.
Carta Europea del Agua
Ya en 1968, desde el Consejo de Europa, se llevó a cabo una declaración de principios en cuanto al uso del agua par concienciar a la sociedad de aspectos, que por conocidos, no deben caer en el olvido
La “Carta Europea del agua” dice lo siguiente:
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- No hay vida sin agua. Es un tesoro indispensable para toda actividad humana.
- Los recursos de agua dulce no son inagotables. Es necesario conservarlos, controlarlos y, siempre que sea posible, incrementarlos.
- Contaminar el agua es dañar al hombre y a otras criaturas vivientes, las cuales dependen del agua.
- La calidad del agua debe ser mantenida en unos niveles suficientes según los correspondientes empleos, en particular debe ser la adecuada para que cumpla los estándares de salud pública.
- Cuando el agua residual es devuelta al cauce, debe ser de tal forma que no impida usos posteriores.
- El mantenimiento de una adecuada cubierta vegetal, preferiblemente bosque, es imperativo para la conservación de los recursos del agua.
- Los recursos del agua deben ser inventariados.
- La economía de los recursos del agua debe ser planificada por autoridades competentes.
- La conservación del agua debe ser potenciada mediante investigación científica intensiva, entrenamiento de especialistas y con servicios de información pública.
- El agua es una herencia común, valor tal que debe ser reconocido por todos. Cada cual tiene el deber de utilizar el agua tanto cuidadosamente como económicamente.
- La administración de los recursos de agua debe estar fundamentada en las cuencas naturales más que en estructuras políticas o administrativas.
- El agua no conoce fronteras; como fuente común requiere de la cooperación internacional.
De ahí que el consumo de agua en nuestros hogares deba hacerse de manera eficiente. Y no solamente en nuestros hogares, sino en empresas también. Se deben crear hábitos de consumo que sean responsables y en concordancia con el ahorro de tan valioso recurso.
Uso eficiente del agua en Andalucía
A causa de las cálidas temperaturas que disfrutamos en Andalucía durante gran parte del año, es fácil recurrir al agua para refrescarnos.
También la necesitamos para regar nuestros campos y mantener plantaciones que nos procuren alimentos durante todo el año, así como una economía de mercado que exporta productos agrícolas andaluces a todo el mundo. Desde las empresas también se realizan esfuerzos para llevar a cabo una gestión sostenible del agua en Andalucía.
Es por eso que, siendo un elemento esencial para nuestra vida, debemos tomar conciencia de un uso eficiente del agua en nuestros hogares. Especialmente en periodos de escasez. Para tener presente su valor y no malgastarla, hemos recopilado una serie de consejos que nos ayudarán en nuestro día a día.
Cómo usar el agua de modo eficiente en nuestros hogares
- No dejar los grifos abiertos goteando porque un grifo que gotea puede perder miles de litros de agua potable en un año.
- Usar racionalmente la lavadora llenándola con suficiente ropa para evitar repetir lavadas, usar ciclos cortos de ser necesario y con el menor consumo energético.
- Cerrar el grifo de la ducha mientras nos enjabonamos o lavamos la cabeza.
- Cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o nos lavamos las manos.
- No arrojar basura en el inodoro, utilizar la papelera.
- Al fregar llenar un reciente para enjabonar y otro para enjuagar.
- No descongelar alimentos bajo el grifo.
- Lavar los alimentos en un recipiente.
- Tomar duchas en vez de baños.
- Lavar los vehículos con un cubo y no con manguera.
- Regar las plantas de noche, ya que el agua de día se evapora fácilmente. Especialmente en Andalucía, donde las temperaturas son altas desde primavera hasta otoño.
- Mantener los grifos en buen estado.
- Elegir electrodomésticos con tecnología eficiente incorporada.
- Recoger agua de lluvia para las plantas o para fregar suelos de exterior.
- Colocar un balde en la ducha de modo de recoger el agua que caiga mientras nos bañamos y poder utilizarla en otra cosa como el riego de las plantas o lavado del coche.
- No arrojar aceite por el sumidero del fregadero, ya que contamina el agua. Llevarlo a centros de reciclaje.
El agua es esencial para la vida y es muy importante utilizarla racionalmente para poder beneficiarnos todos de ella.
Hacer pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo hará la diferencia y estaremos logrando ser partícipes de un desarrollo sostenible en nuestra comunidad y región.
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