La importancia de una buena hidratación para toda la familia y disfrutar de lo que bebemos es clave para crear buenos hábitos en los más pequeños.
Siempre solemos escuchar lo importante que es seguir una dieta equilibrada y tener una buena hidratación en nuestro día a día para garantizar unos hábitos saludables; pero, ¿lo aplicas también en tu familia?
Los expertos recomiendan vigilar la hidratación de nuestros hijos por eso hay que ofrecerles agua para que consuman estas cantidades:
- 0,7 litros al día en bebés de hasta 6 meses.
- 0,8 litros al día en bebés de entre 6 y 18 meses.
- 0,9 litros al día en bebés de 3 años.
- 1,2 litros al día en niños de entre 4 y 12 años.
- Más de 12 años (varones) 2,6 litros al día.
- Más de 12 años (mujeres) 1,8 litros al día.
El riesgo de deshidratación en los más pequeños es mayor que en los adultos según la Asociación Española de Pediatría. El motivo principal se encuentra en que su temperatura corporal aumenta de forma más rápida por lo que una posible deshidratación tiene un efecto perjudicial y negativo que afecta directamente a su tolerancia al esfuerzo, rendimiento y funciones cognitivas.
Para ponerlo más sencillo, es bueno siempre meter una botella de agua en su mochila e irles recordando que deben ir bebiendo a lo largo del día, especialmente al salir del parque o al hacer cualquier actividad.
Cómo mejorar la hidratación en familia
No hay que esperar a que digan que tienen sed, siempre hay que anticiparse y ofrecerla antes. Siguiendo estas instrucciones podremos ayudar a eliminar los desechos de su organismo, mantener su temperatura corporal correcta y que tengan un buen rendimiento físico y cognitivo.
Una buena hidratación no solo ayuda a mantener hidratados los tejidos, sino que es necesaria para eliminar los desechos del organismo, mantener la temperatura corporal y el rendimiento físico y cognitivo.
La alimentación también desempeña un papel fundamental en la hidratación de los más pequeños, por eso es bueno proporcionar verduras y frutas de temporada ricas en agua para aportar esa dosis de vitaminas, minerales y fibra a la dieta.
Por otra parte, tampoco debemos descuidar su hidratación cuando realizan ejercicio físico. Es importante que los niños realicen cualquier actividad al aire libre para la síntesis de la vitamina D, por lo que no dudes en ir al parque con ellos, en bicicleta, caminar hacia el colegio o saltar y correr como niños. Para estos momentos también hay que ir siempre con agua mineral y que ya desde pequeños ellos mismas adquieran el hábito saludable de beber por ellos mismos.
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