La hiperhidratación es el exceso de agua en el cuerpo. Lo que es igual a la consumición de agua en grandes cantidades y de forma compulsiva, según el diccionario médico – biológico.
Esta puede llegar a ser una obsesión, ingiriéndola sin tener la sensación de sed o supliendo el consumo de alimentos por agua. Lo que provoca un exceso en el organismo y que esta no pueda llegar a eliminarse en su totalidad.
Cuando una persona toma muchísima más agua al día de la medida establecida, esta deja de tener beneficios en el organismo, pudiendo afectar negativamente a la sangre y el corazón. Esto ocurre porque la sangre se diluye más fácilmente, puesto que hay más líquido que minerales y el organismo busca compensarlo.
Os dejamos a continuación un vídeo donde se explica de manera muy visual:
Diferentes estudios han confirmado que diversos deportistas han fallecido mientras realizaban ejercicio debido a una intoxicación por agua. Estos deportistas habían ingerido una alta cantidad de agua durante la competición, lo que provocaron que sus niveles de sodio se situaran por debajo del límite inferior.
Síntomas de la hiperhidratación
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Por lo general, el órgano al que más afecta este hecho es el cerebro, debido a que los cambios bruscos en el contenido de agua pueden generar la imposibilidad de adaptación de las neuronas y ocasionan:
- Confusión mental.
- Calambres musculares.
- Náuseas.
- Hinchazón en las piernas.
- Modificación del ritmo cardíaco.
- Parálisis, que incluso puede llegar al coma o la muerte.
Es por ello que cuando se practiquen deportes de larga duración la hidratación no debe realizarse solamente con agua, es recomendable hidratarse también con bebidas isotónicas que repongan los electrolitos y sales minerales que se van perdiendo con el sudor.
¿Cuántos litros hay que tomar para sufrir intoxicación por agua?
Tienes que consumir más de 1,5 litros de agua por hora, ¡lo que sería beber unos 36 litros de agua al día! En condiciones normales una persona sana puede ingerir sin ningún problema 2 litros de agua al día, o incluso más.
¡Así que no hay que alarmarse! Debemos recordar que los profesionales de la salud nos recomiendan tomar entre 2 o 3 litros de agua al día.
Las necesidades de agua diarias son de 30 mililitros por kilo de peso corporal. Por lo que en una persona adulta que pese 70 kilogramos, aproximadamente, la cantidad recomendada de agua son 2,1 litros, en condiciones normales, y si practica ejercicio o las condiciones meteorológicas provocan que las temperaturas aumenten, la ingesta de líquidos puede ser mayor.
Nuestra recomendación es no beber más de 5 litros diarios de líquido y en el caso de practicar ejercicio de larga duración, es aconsejable recurrir a bebidas isotónicas, pues estas proporcionan al cuerpo los niveles de sodio y otros electrolitos que se pierden ante el esfuerzo físico.
Un correcto nivel de hidratación ayuda a tener una termorregulación óptima, a transportar los nutrientes en el cuerpo, mejora la circulación y la digestión, ayuda a que los riñones funcionen de forma correcta y que la piel luzca saludable.
Para finalizar, los excesos no son buenos y en este caso, la mejor forma de prevenirlos es tomar agua en cantidades suficientes, repartidas a lo largo del día. De esta forma se evitarán desequilibrios y se favorecerá al rendimiento deportivo.
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Lda. en Geografia e Historia
Certificada en Marketing digital y Copy Creativo
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