El agua debe ser nuestra bebida principal si queremos mantener una dieta saludable. Beber una cantidad adecuada de agua en proporción a nuestro peso nos aporta beneficios que se reflejarán en el exterior. Pero, ¿podemos beber todo tipo de agua?
¿Qué ocurre en el cuerpo humano al beber agua salada?
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Las células humanas tienen membranas que evitan que la sal entre libremente. Pero estas membranas son semipermeables, por lo que los niveles muy altos de sal en la sangre son peligrosos. Cuando la sal extracelular es mayor que la sal intracelular, el agua sale de la célula para mantener el equilibrio en un proceso llamado ósmosis.
Al beber agua de mar, los efectos de la ósmosis son devastadores. El flujo de agua hacia el exterior de las células hace que estas disminuyan de tamaño, encogiéndose.
Para eliminar el exceso de sal el cuerpo produce orina. Sin embargo, la orina no puede detener la salinidad del agua de mar, por lo que hay que orinar más para deshacerse de ella, excretando más agua de la que bebemos con sal. De esta manera se produce la deshidratación que puede llegar a tener efectos mortales.
La deshidratación producida por el agua salada
La deshidratación aumenta el ritmo cardíaco y contrae los vasos sanguíneos para mantener la presión arterial. Puede producir síntomas como náuseas, debilidad y delirio. Si el cuerpo falla, y no hay ingesta de agua, la sangre no llega al cerebro pudiendo causar coma y muerte.
El agua es necesaria para mantener las funciones corporales normales dentro y fuera de las células. La deshidratación es la pérdida del exceso de agua del cuerpo, que ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere.
Esta pérdida de líquidos puede, o no, estar asociada con una pérdida de electrolitos, minerales que nuestro cuerpo necesita, y el más importante es la pérdida de sodio y potasio.
La deshidratación es un proceso gradual que comienza con una sensación de sed, lo que induce a beber más líquidos. Si no bebes suficiente agua para compensar lo perdido, las cosas empeoran porque sudamos y orinamos menos.
En este caso, el agua ingresa a la sangre desde las células para evitar una disminución del volumen sanguíneo y para compensar la concentración de electrolitos, así como la presión arterial.
Tierra, planeta agua… pero no toda potable
El agua es esencial para nuestra supervivencia, sin embargo, no todos los líquidos del planeta son potables, como ocurre con el agua del mar y los océanos, que contiene demasiada sal y ya te hemos contado los motivos por los que no debemos consumir ese tipo de agua por las consecuencias que provocaría en nuestra salud.
Si el agua de mar no se purifica, además puede estar contaminada con algunas bacterias o microbios que eventualmente causarán problemas gastrointestinales. Más aún en las zonas costeras donde hay emisiones urbanas o residuos fecales de los propios bañistas.
Es por ello que no resulta saludable consumir agua de mar que no ha sido tratada correctamente y puede llegar a ser perjudicial para nuestro organismo.
El agua de mar también suele estar contaminada con varios compuestos, como residuos de cremas faciales y protectores solares. Así que debemos tener en cuenta qué agua es mejor para nuestro consumo y evitar las que provengan de estas fuentes.
El agua es la bebida básica para que todos los procesos de nuestro organismo funcionen correctamente. Beber agua proporciona una buena hidratación, que es esencial para mantener la salud física y mental en todas las edades.
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Lda. en Geografía e Historia.
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