Qué significa estrés hídrico y saber cómo evitarlo es clave para prevenir algunos factores que pueden influir el cambio climático. En este artículo vamos a tratar de acometer, no solo el significado de este concepto, sino en comprender cómo algunos factores como la vegetación pueden influir en el mismo.
¿Qué significa estrés hídrico?
Índice del artículo
El estrés hídrico es una situación que se produce cuando la demanda de agua supera la oferta disponible.
Esto sucede cuando hay una escasez de agua en una región y afecta a la agricultura, el ecosistema y las necesidades de los habitantes de la zona. Esta condición puede desencadenarse en:
- perdidos de sequía
- cuando el uso de los recursos de agua no es sostenible
- vegetación no adecuada con las características de la zona
¿Qué situaciones ambientales y artificiales producen estrés hídrico?
El estrés hídrico es una de las consecuencias del cambio climático y puede ser provocado por diversas situaciones ambientales, entre las cuales se incluye -principalmente- la ya mencionada sequía.
Cuando una región sufre periodos prolongados de escasez de lluvias la disponibilidad de agua puede disminuir significativamente.
También el aumento de temperaturas que llevamos registrando en las últimas décadas pueden contribuir al estrés hídrico.
El aumento de población en ciertas áreas conlleva una mayor demanda de agua para usos domésticos, agrícolas e industriales, intensificando la presión sobre los recursos hídricos.
Pero también existen factores ajenos a la naturaleza que provocan estrés hídrico en los que el ser humano es el único responsable como, por ejemplo, cuando la extracción de agua es excesiva. La sobreexplotación de recursos hídricos puede agotar las fuentes de aguas subterráneas en aquellos puntos donde esto no está regulado.
Cuando se produce contaminación directa del agua convirtiéndose en inutilizable para ciertos fines, por lo que también esta lamentable situación da lugar a estrés hídrico.
Estas situaciones, combinadas o por separado, contribuyen al estrés hídrico, afectando negativamente a los ecosistemas y también a las comunidades que habitan en ellas.
Estrés hídrico y fotosíntesis
Cuando se produce estrés hídrico en ecosistemas acuáticos a causa de un déficit de agua, esta circunstancia impacta en la capacidad de las plantas y algas para llevar a cabo la fotosíntesis de manera eficiente.
Las causas principales para que no se lleve a cabo la fotosíntesis son:
- Cierre de estomas: En situaciones de escasez de agua, algunos organismos pueden cerrar sus estomas para reducir la pérdida de agua, lo que también limita la entrada de dióxido de carbono, afectando a la fotosíntesis.
- Calidad del agua: La contaminación del agua puede crear un ambiente adverso, disminuyendo la salud de las plantas acuáticas y su capacidad fotosintética. Los contaminantes químicos pueden provocar, además, que las algas y plantas acuáticas no crezcan adecuadamente.
¿Hay especies animales o vegetales que incrementan el estrés hidrico?
Existen ciertas especies animales o vegetales pueden contribuir al estrés hídrico. Algunos ejemplos de ellos es la proliferación de algunas especies invasoras que aumentan la presión sobre los recursos hídricos disponibles y compiten con las especies autóctonas. Una de estas plantas es el camalote, una especie exótica que ya amenaza al río Guadalquivir.
La sobreexplotación ganadera o incluso un pastoreo excesivo puede afectar al suelo y reducir la capacidad de retención de agua del mismo. Esto puede acabar afectando negativamente a la disponibilidad de agua para plantas y otros animales de la zona.
Algunas prácticas agrícolas inadecuadas al terreno que requieren un riego excesivo también puede agotar o desperdiciar los recursos hídricos de la zona influyendo en el aumento del estrés hídrico.
Por eso es tan importante realizar estudios sobre el terreno a la hora de realizar plantaciones de ciertas especies y descartar aquellas que puedan suponer un imparto negativo. Renunciar a las menos adecuadas a la climatología local y apostar por la vegetación propia del ecosistema hará que la gestión sostenible de recursos naturales contribuya al equilibrio medioambiental e hídrico.
En Andalucía tenemos como ejemplo el caso de los bosques de eucaliptos que son motivo de cierta polémica dada la situación climatológica actual. Y es que un solo árbol de eucalipto requiere 20 litros de agua diarios. Esto ha supuesto un enorme estrés hídrico en aquellas zonas donde se llevó a cabo su plantación destinada a la producción de papel. Hoy, muchos de estos bosques han sido abandonados por el coste que supone el crecimiento de esta especie originaria de Australia y el deterioro que ha provocado en terrenos y en los acuíferos próximos a estos bosques.
¿Cómo podemos evitar el estrés hídrico en Andalucía?
Para prevenir el estrés hídrico las instituciones y comunidades pueden adoptar medidas. Aplicar tecnologías avanzadas que vigilen la gestión eficiente del agua es fundamental hoy en día debido a la emergencia climática.
Vamos a ver algunas de estas medidas:
- Con una gestión sostenible del agua que lleve a cabo prácticas de uso eficiente de los recursos hídricos en la agricultura, ganadería, industria y hogares.
- Promover tecnologías eficientes en la distribución y tratamiento del agua y evitar el despilfarro que conllevan algunos procesos como, por ejemplo, la ósmosis inversa.
- Proteger la conservación de los ecosistemas acuáticos como humedales que desempeñan un papel crucial en la regulación del agua y la recarga de acuíferos.
- Fomentar la reforestación y conservación de bosques que contribuyan a mantener la calidad del agua, a reducir la escorrentías superficiales y ayudando a recargar los recursos hídricos de la zona.
- Preservar la calidad del suelo y su capacidad de retención de agua evitando la sobreexplotación del mismo.
- Adoptar prácticas agrícolas y ganaderas afines al terreno y sostenibles, así como optimizar los sistemas de riego.
En definitiva, la concienciación es prioritaria. El total de la sociedad debe estar informada sobre la importancia del buen uso del agua para fomentar la responsabilidad individual y colectiva.
Desde las instituciones deben ser transparentes a la hora de comunicar la situación real de los recursos hídricos locales. Asimismo deben promover prácticas adecuadas a la disponibilidad que combinadas con políticas de gestión del agua a nivel local y global, son claves para abordar y prevenir el estrés hídrico a corto y largo plazo.
Esperamos haberte ayudado a comprender qué significa estrés hídrico y te animamos a poner en práctica las medidas que a nivel particular estén en tu mano para una gestión sostenible del agua en tu hogar o en tu empresa.
Fuentes:
Sobreexplotación de recursos hídricos en Andalucía
El camalote, la especie que ya amenaza el Guadalquivir
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Lda. en Geografía e Historia.
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